Este manifiesto declara la independencia de pensamiento de los funcionarios públicos respecto a los gobernantes y partidos políticos. Los funcionarios se comprometen a actuar con eficiencia, equidad y diligencia para servir a la gente. Rechazan horarios excesivos y tareas inútiles, y aspiran a tener libertad para criticar y sugerir, así como participar en la toma de decisiones. Su objetivo es construir mejores instituciones y un mejor país.