La vida cristiana consiste en prepararse para Cristo mediante el cumplimiento de algunos preceptos como la limosna, la oración y el ayuno. Vivir cara a Dios significa juzgar a los demás con rectitud y acudir a Dios. La identificación con Cristo, como explica San Pablo, es "vivir en Cristo" a través de la unión con él como un sarmiento a la vid, logrado por la gracia que nos mereció en la Cruz y que borra el pecado y sana las heridas y debilidades humanas. El sermón del