La andragogía se basa en los principios de autonomía, autodirección, experiencia y significatividad. Los adultos asumen la responsabilidad de su propio aprendizaje al establecer objetivos y estrategias, tomar decisiones y establecer metas claras y realistas que se relacionan con sus experiencias previas. El aprendizaje se produce a través del intercambio de ideas entre los participantes y la experiencia concreta, observación reflexiva, conceptualización abstracta y experimentación activa.