El documento compara la situación política y social de Argentina en 1976 y 2009, señalando muchas similitudes preocupantes entre ambos períodos. En ambas épocas, el país estaba gobernado por figuras débiles manipuladas por otros, la seguridad pública estaba comprometida, el peronismo estaba dividido y sin rumbo, y la oposición política era débil e ineficaz. El autor expresa preocupación de que Argentina pueda repetir el declive experimentado en 1976.