El documento analiza la situación mundial 60 años después de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y encuentra que todavía hay muchas injusticias y desigualdades. Aunque se han logrado algunos avances para las mujeres y minorías, millones de personas siguen sin recursos básicos para vivir y son perseguidas por ser diferentes. El documento pide a los líderes y ciudadanos trabajar juntos para que todos tengan los mismos derechos y se implemente de verdad la Declaración Universal.