La metodología Scrum es un marco de trabajo ágil que se basa en tres pilares: transparencia, inspección y adaptación. Esto permite entregar valor al cliente de forma iterativa en períodos cortos de tiempo. Scrum utiliza equipos multidisciplinarios, flexibilidad, colaboración con el cliente e inspecciones frecuentes para adaptarse a cambios y entregar resultados de manera rápida. Aunque Scrum es fácil de aprender, su implementación efectiva requiere un cambio de cultura en la organización.