Este cuento trata sobre un niño llamado Héctor que vivía en un pequeño pueblo llamado Purruel. Le gustaba patinar cerca de las casas de sus vecinos, pero un día insultó a una señora que le regañó y luego hizo lo mismo con otros vecinos, por lo que sus padres le castigaron. Después, Héctor tuvo la idea de patinar en otro sitio con sus amigos para no molestar a nadie, y sus padres se sintieron contentos con el cambio y le quitaron el castigo.
1. Erase una vez, un niño que se llama Héctor.
Su pelo era de color rubio y sus ojos eran
negros. Iba vestido con unos pantalones
cortos, unas playeras, una camiseta y una
gorra.
Le gustaba mucho patinar por su pueblo
cerca de las casas de sus vecinos.
Había nacido en un pueblo llamado Purruel.
Era un pueblo pequeño con muy pocas
casas hechas de piedra y pocos habitantes.
De pronto un día estaba patinando y una
señora le regañó. Él la insultó.
A los pocos días volvió a hacer lo mismo
con los demás vecinos. Por ese motivo sus
2. padres le castigaron para que no volviera a
hacerlo.
A Héctor se le ocurrió una idea, patinar por
otro sitio. Así Héctor en compañía de sus
amigos pasaba las tardes jugando sin
molestar a nadie.
Sus padres vieron el cambio y se sintieron
muy contentos de que su hijo hubiera
cambiado tanto y le quitaron el castigo.
Y colorín colorado este cuento se ha
acabado.
Autora: Laura Ceballos Fernández