Este documento presenta una imagen de una misionera abrazando a una anciana y cuenta la historia detrás de la imagen. Muestra el amor misericordioso y compromiso entre la misionera y la anciana Aida, quien quedó sola y ciega después de la muerte de su marido. Las misioneras han estado apoyando a Aida y su marido durante mucho tiempo a través de visitas regulares, comunión y cualquier ayuda disponible. Ahora Aida considera a las misioneras como su familia y ha experimentado un cambio radical con su apoyo.