Mónica y Yurani observaban una mamá pájara cuidando sus huevos en el corredor de su casa. Después de varias semanas, nacieron los pichones y la mamá los alimentaba. Lamentablemente, un pichón cayó del nido y murió, por lo que Mónica y Yurani lo enterraron con flores para honrarlo. La mamá pájara se quedó cuidando a su único pichón sobreviviente.