Un taxista lleva a una monja en su taxi y le confiesa su fantasía de que una monja le haga sexo oral. La monja acepta con la condición de que sea católico y soltero, a lo que el taxista afirma serlo. Después del acto, el taxista llora y confiesa que en realidad es judío y casado, a lo que la monja responde que en realidad es un hombre gay disfrazado para una fiesta.