La música aborigen australiana está estrechamente vinculada al canto, la danza y sus creencias mágicas. Sus instrumentos musicales son pocos y rudimentarios, destacando el didjeridoo, un instrumento de viento hecho de un gran bastón hueco de madera de eucalipto. Algunos otros instrumentos incluyen membranófonos como el corroboree y percusores como matracas y castañuelas.