Los niños felices son más saludables, más inteligentes y más exitosos. Un estudio reciente encontró que los niños que se sienten felices y apoyados por sus padres tienden a tener mejores resultados en la escuela, relaciones más saludables y mayor bienestar emocional y físico a lo largo de su vida. Los investigadores recomiendan que los padres pasen tiempo de calidad con sus hijos, los escuchen con empatía y los apoyen emocionalmente.