Este poema anima al lector a no rendirse y a continuar persiguiendo sus sueños. Aconseja aceptar las sombras del pasado, liberarse del lastre emocional, y volar de nuevo. Recuerda al lector que la vida es un viaje en el que se debe continuar, perseguir los sueños propios, y destapar el cielo a pesar de los miedos o dificultades. Finalmente, enfatiza que cada día es un nuevo comienzo y que el lector no está solo.