El Senado de México aprobó la reforma eléctrica propuesta por el presidente López Obrador, que prioriza a la empresa estatal CFE sobre los productores privados de energía. La oposición argumenta que la reforma viola tratados internacionales y obligará al país a pagar indemnizaciones, y planea impugnarla ante la Suprema Corte. Los partidarios de la reforma afirman que es constitucional y fortalecerá a la CFE.