Este documento habla sobre el envejecimiento de los padres y cómo afecta nuestras percepciones de ellos. Describe cómo nuestros padres dejan de ser los héroes indestructibles que imaginábamos y en su lugar se vuelven más vulnerables, olvidadizos y cansados. También sugiere que debemos aceptar este proceso natural con paciencia y cariño en lugar de irritarnos por los cambios, ya que nuestros padres solían cuidarnos incondicionalmente.
El Bhagavad Gita, Enseñanzas impartidas en el Canto Supremo del Señor es parte del Mahabharata, un extenso poema hindú, que al parecer fue escrito hace 5.000 años (3.000 a. C.). Se trata de un Upanishad («Enseñanza a los Pies del Maestro»). Es decir, es una revelación espiritual.
imágenes de la manera en que se reprime a las Damas de Blanco, mujeres cubanas que pacíficamente marchan por las calles de Cuba con una flor en sus manos
Una bella exposición sobre el valor de las palabras o del silencio según sean las circunstancias, y sobre la impudicia de callar o hablar en otras circunstancias
La Universidad Popular Carmen de Michelena de Tres Cantos y el Espacio de Psicología de Tres Cantos colaboran en este proyecto para familias resilientes, aquellas que están abiertas a aprender y a mejorar. Este curso vamos a trabajar sobre las interacciones humanas. Porque comunicarnos bien nos ayuda a comprendernos, a querernos y a relacionarnos mejor, pero la comunicación no es siempre una tarea fácil.
La naturaleza nos ha dotado del más complejo sistema de comunicación, es verbal y no verbal, implícita y explícita, analógica y digital, escrita y oral... Nos podemos comunicar a través de diferentes canales, en diferentes idiomas, incluso nos comunicamos con otras especies, pero paradójicamente, en múltiples ocasiones tenemos verdaderas dificultades para comunicarnos con quienes tenemos más cerca, con nuestros hijos, con nuestra pareja, en definitiva, con nuestra familia.
Durante este curso, Sara Mallo, de Espacio Psicología Tres Cantos, en el seminario de familia profundizará en la familia reconstituida y también dedicará una sesión a los abuelos.
10. No hacen mas planes a largo plazo, ahora se dedican a pequeñas aventuras, como comer a escondidas todo lo que el médico le prohibio.
11. Tienen manchas en la piel. De repente estan tristes. Mas no estan caducos: caducos estan los hijos, que rechazan aceptar el ciclo de la vida.
12. Es complicado aceptar que nuestros heroes y heroínas ya no estan con el control de la situación.
13. Estan frágiles y un poco olvidadizos, tienen este derecho, pero seguimos exigiendo de ellos la energia de una turbina. No admitimos sus flaquezas, su tristeza.
14. Nos sentimos irritados y algunos llegamos a gritarles si se equivocan con el celular u otro electronico, y encima no tenemos paciencia para oir por milésima vez la misma historia que cuentan como si terminaran de haberla vivido.
15. En vez de aceptar con serenidad el hecho de que adoptan un ritmo mas lento con el pasar de los años, simplemente nos irritamos por haber traicionado nuestra confianza, la confianza de que serian indestructíbles como los super-heroes.
17. Nuestra intolerancia solo puede ser miedo. Miedo de perderlos, y miedo de perdernos, miedo de tambien dejar de ser lúcidos y joviales.
18. Con nuestros enojos, solo provocamos mas tristeza a aquellos que un dia solo procuraron darnos alegrias.
19. Por que no conseguimos ser un poco de lo que ellos fueron para nosotros? Cuantas veces estos heroes y heroínas estuvieron noches enteras junto a nosotros, medicando, cuidando y mediendo fiebres !!
20. Y nos enojamos cuando ellos se olvidan de tomar sus remedios, y al pelear con ellos, los dejamos llorando, tal cual criaturas que fuimos un dia.
21. Mas cuando los otros fueron nuestros pilares, aquellos para los cuales siempre podíamos volver y sabíamos que estarian con sus brazos abiertos, y que ahora estan dando señales de que un dia iran a partir sin nosotros.
22. Hagamos por ellos hoy lo mejor, lo máximo que podemos, para que mañana cuando ellos ya no esten mas...
23. ... podamos recordarlos con cariño, de sus sonrisas de alegria y no de las lagrimas de tristeza que ellos hayan derramado por causa nuestra.