El documento describe la Meta 1C de las Naciones Unidas de reducir a la mitad la proporción de personas que padecen hambre entre 1990 y 2015. Señala que aunque el hambre ha ido disminuyendo, se necesitan mayores esfuerzos para alcanzar la meta mundial para 2015 y que el progreso en la reducción de la malnutrición ha variado entre regiones y países.