Los celulares contaminan el medio ambiente debido a la extracción de minerales para su fabricación, la producción masiva de dispositivos y su rápido ciclo de renovación. Adicionalmente, cuando son desechados los celulares contaminan con sus componentes tóxicos como baterías y plásticos que tardan siglos en degradarse. Finalmente, el uso de radiofrecuencias en llamadas y datos contribuye al calentamiento global.