Este documento es una oración al Espíritu Santo para fortalecer y renovar la vida consagrada. Varias madres consagradas piden al Espíritu Santo que las fortalezca en su fidelidad, las ayude a vivir la primacía de Dios y la comunión entre las personas, y que sean instrumentos de paz, misericordia y consuelo. Concluyen pidiendo la intercesión de María y glorificando a la Santísima Trinidad.