Este documento compara las experiencias de vida y referencias culturales de los jóvenes que ingresaron a la universidad en 1989 con las de generaciones anteriores. Señala que para los jóvenes de hoy han existido menos cambios tecnológicos y políticos, y que desconocen muchos programas de televisión, películas y expresiones que eran familiares para las generaciones anteriores. Finalmente, sugiere que estos detalles indican que quienes entienden estas referencias están "poniéndose viejos".