1. PA QUE SE
ACABE LA
VAINA
Hablar de un hombre
como William Ospina
es hablar de
pensamiento crítico
e independiente, lo
ha demostrado en
sus diferentes libros
y ensayos, con una
forma de escribir
libre y franca con la
que expresa todas
sus ideas e
inconformidades
frente a temas
referentes a su país.
Es por eso que un
libro como “PA QUE
SE ACABE LA VAINA”
manifiesta un fuerte
análisis relacionado
con la forma en la
que se ha construido
un país como
Colombia, la manera
en la que se nos ha
mentido con
historias fantásticas
sobre la colonia y
sobre aquellos
“héroes” que
2. descubrieron estas
tierras. Colombia es
un país rico en
recursos naturales y
con gente
trabajadora pero
ingenua, gente que
ha perdido su
identidad y se ha
dejado influenciar
por culturas ajenas a
nuestra verdadera
idiosincrasia
colombiana, lo que
es triste y penoso.
Nos hemos dejado
gobernar por gente
que tiene un
pensamiento
individualista e
intereses muy
diferentes a los del
pueblo
permitiéndoles jugar
con nuestros sueños
y futuro.
En este libro se
plasma la
inconformidad de un
colombiano que
pretende quitar la
venda de los ojos de
sus compatriotas,
quienes olvidan que
3. tienen raíces
indígenas y que su
cultura es un remedo
de culturas Europeas
y norteamericanas.
Todo esto es culpa
del Estado cuya
inclinación es tratar
de imitar las
costumbres y la
economía de los
demás países.
Allí se tocan temas
espinosos como el
de la deformación de
los principios de la
guerrilla pues Ospina
asegura que esto
sucedió porque no
fueron escuchados
por el gobierno y por
lo contrario fueron
tomados como
enemigos, eso es lo
que pasa cuando la
oligarquía reina en
un país o sociedad.
Se nos ha ocultado la
verdad, nos han
robado la identidad
pero seguimos
siendo un pueblo
capaz de superar los
obstáculos ya sea
4. por medio del arte o
del trabajo y está en
nuestras manos
cambiar el futuro de
Colombia solo
debemos pensar
colectivamente,
preocuparnos por la
realidad de quienes
sufren la guerra y la
violencia.
Podemos cambiar
nuestro futuro solo
con ver más allá, esa
es la única forma de
recuperar la dignidad
para evitar dejarnos
denigrar aceptando
los desperdicios de
los demás. Todo es
cuestión de abrir los
ojos y apoderarnos
de un pensamiento
crítico haciendo un
juicio referente a la
forma en la que
estamos siendo
gobernados.