El documento narra la historia de Paganini, un violinista legendario cuya habilidad era considerada sobrenatural. Durante un concierto, tres de las cuerdas de su violín se rompieron, pero él continuó tocando de manera impresionante con la única cuerda que quedaba. La historia enseña que siempre hay una "última cuerda" a la que aferrarse cuando enfrentamos dificultades, y que debemos continuar esforzándonos a pesar de los obstáculos.