El autor lamenta profundamente la muerte de su hermana y amiga Pili. Extraña a su hermana y se pregunta por qué se fue, pero sabe que ya no hay respuesta. Promete ser fuerte como su hermana le encargó y que su muerte no será en vano. El autor escribe con lágrimas en los ojos y dolor en el alma, prometiendo amar y cuidar a los hijos de su hermana como si fueran propios.