El documento habla sobre descubrir el propósito de la vida. Indica que el punto de partida erróneo es confiar en uno mismo y en las riquezas, mientras que el correcto es confiar en Dios. Aquellos que confían en Dios prosperarán como un árbol plantado junto al agua. El propósito viene de Dios, quien pensó en cada persona mucho antes de que naciera. Conocer el propósito de Dios dado por medio de una relación con Cristo es fundamental para vivir de acuerdo al plan divino.