El documento describe a Dios (Yavé) como el creador eterno del universo que no se cansa ni se agota. Citas bíblicas señalan que Yavé es el primero y el último, no hay otro dios además de él, y que existió antes que se formaran las montañas y la tierra. Otras citas enfatizan que Yavé vive más allá de lo que se ve y que aunque vive en lo alto, también está con los humildes y arrepentidos.