El documento presenta a Florencia Tobar Guzmán, una mujer salvadoreña apasionada por el arte, los viajes, la fotografía, la lectura y la escritura. Le gusta el café, el negro y los tonos azules. Se describe a sí misma como espontánea, con un estilo único e independiente de las tendencias, y como una persona auténtica que deja parte de su alma en todo lo que hace.