El poema describe la llegada del otoño a un paisaje rural. Se observa que las flores se han dormido, los arroyos se han secado y la vegetación se ha marchitado. Los lobos aullan porque los animales pastan en el valle. En el pueblo, sale humo de las chimeneas y una mujer llama a unos niños. La noche trae viento frío, estrellas y llanto de un bebé mecido a la llegada del invierno.