Este poema ofrece palabras de aliento para aquellos que han experimentado dolor y pérdida, instando a la esperanza de que después de la noche vendrá el día, y después del llanto llegará la recompensa. Aconseja levantarse después de cada caída y seguir luchando por algo o alguien, y aunque se pierda un amor, aceptar que todo sucede por una razón. Finalmente, exhorta a no rendirse a pesar de las penas, y a mezclar los colores de la vida para formar una palabra perdurable