3.
Si es simpático, es un confianzudo.
Si es serio, es un amargado.
Si es joven, es un inexperto.
Si es viejo, está pasado de moda.
Si bebe, es borracho.
Si no lo hace, es un puritano
aburrido.
Si conversa con todos, es un
averigua-cuentos.
Si no lo hace, es un creído.
4.
Si concede permisos, tiene
preferencias.
Si es estricto, no le satisface nada.
Si no lo hace, es un mediocre.
Si exige cumplimiento, es un mandón.
Si no lo hace, es un incapaz.
Si recorre la “u”, quiere exhibirse.
Si permanece en el aula, es un inerte
profesor de escritorio.
5.
Si defiende la moral, es un moralista.
Si no lo hace, es un alcahuete.
Si busca mejoras, no le gusta nada de lo
que hay.
Si no lo hace, es anquilosado e
indiferente.
Si nombra sus títulos, es un presumido.
Si fomenta la investigación, acosa a sus
estudiantes.
Si no lo hace, no es idóneo en su
materia.
Si siembra, quiere cosechar.
6.
Si cosecha, fue otro quien sembró
Si trabaja a conciencia, es un regalado.
Si trabaja lo necesario, roba a quien le
paga.
Si colabora, solo quiere quedar bien.
Si no colabora, es un egoísta.
Si hace amigos, aquí se viene a trabajar.
Si no los hace, es un antisocial.
Si progresa, quién sabe a qué más se
dedica…
7.
La Sabiduría de SALOMÓN.
La Paciencia de JOB.
La Sordera de BETHOVEN.
La Sonrisa de la GIOCONDA.
La Mansedumbre de SAN FRANCISCO.
La Alegría de HARÁ KRISMA.
La Astucia del ZORRO.
La Actividad de la ABEJA.