El documento pide a los ciudadanos que cuiden el mobiliario urbano y no tiren basura al suelo porque lo pagan con sus impuestos y es una señal de civilización. También insta a respetar la naturaleza porque es el hábitat de plantas y animales y su destrucción podría causar la extinción humana. El autor quiere que su pueblo, Jayena, permanezca limpio y respetuoso con el medio ambiente.