Las computadoras de segunda generación se caracterizaron por usar transistores en lugar de válvulas de vacío, almacenar mayores cantidades de datos, y ser usadas para propósitos más allá de cálculos científicos. La TX-O de 1956 usaba tarjetas perforadas y memoria de núcleo, el IBM 1401 de 1959 fue creado con transistores, y el PDP-1 de 1960 fue la primera computadora personal para laboratorios e investigación con monitor y teclado.