El documento argumenta que el conocimiento y la cultura deben ser libres, defendiendo cuatro libertades fundamentales del software libre: la libertad de ejecutar el programa para cualquier propósito, estudiar y modificar el código, redistribuir copias para ayudar a otros, y mejorar el programa y publicar esas mejoras para beneficiar a toda la comunidad. Aboga por compartir el conocimiento y crear cosas uno mismo para luego compartirlas.