La operación para capturar a El Chapo involucró el uso de tecnología estadounidense como drones para localizar su teléfono celular. La DEA y la marina mexicana monitorearon las llamadas de El Chapo y usaron cámaras de circuito cerrado para seguirlo hasta un condominio donde finalmente fue arrestado, completando así la exitosa operación conjunta entre agencias estadounidenses y mexicanas.