El sistema óseo está formado por más de 200 huesos blancos, sólidos y resistentes que trabajan junto con más de 100 articulaciones y 650 músculos para mantener la postura y permitir el movimiento. Las funciones del esqueleto incluyen soportar el cuerpo, proteger órganos vitales, y servir como punto de inserción para los tendones musculares.