El documento compara el proceso de obtener un testimonio del Evangelio de Jesucristo con plantar una semilla buena. Explica que primero debes escuchar la palabra de Dios (la semilla), tener fe en Cristo a través de su misericordia y luego pedir a Dios con sinceridad y fe para recibir un testimonio a través de la experiencia del Espíritu Santo.