Las bibliotecas virtuales almacenan sus bases de datos en Internet para que puedan ser consultadas a través de la red, integrando la informática y las comunicaciones a través de Internet, no solo almacenando contenidos en formato digital. Ofrecen ventajas como disminuir el espacio físico necesario en bibliotecas y organizar y acumular más material que en bibliotecas comunes, pero tienen las desventajas de que la mayoría de personas no tienen acceso a Internet y requieren gasto en mantenimiento tecnológico.