En esta carta, un padre le da consejos a su hija pequeña sobre cómo vivir la vida. Le dice que aproveche su niñez y juventud, que sea feliz, que no haga daño a otros, y que recuerde que es parte del universo. También le aconseja que disfrute cada momento, que sea amable con todos, y que practique con Dios. El padre termina diciendo que siempre la amará sin importar qué camino elija.