La electricidad es un flujo de electrones que puede ser medida por voltaje, corriente y resistencia, siendo la potencia eléctrica la cantidad de energía que un dispositivo puede entregar. Existen riesgos asociados como la tetanización, fibrilación ventricular y quemaduras, que pueden ocurrir por contacto directo o indirecto con la electricidad. La instalación eléctrica debe incluir medidas de seguridad como conexiones a tierra para proteger contra tensiones peligrosas.