Ramiro cometió tres errores en sus compras y negocios recientes: 1) compró una chapa de puerta que no requería llave a pesar de que no servía para su propósito, 2) adquirió una computadora usada que pronto presentó fallas aunque el vendedor ocultó su estado real, y 3) se sintió obligado a comprar pantalones de su jefe aunque no los quería solo por temor a represalias.

1. Problema módulo 10
¿Tres negocios fallidos?
Ramiro arruinó la chapa de la puerta de su cuarto. Por ello el domingo va a la tienda Nobes y
busca una chapa nueva. Entre la variedad que encuentra hay unas que dicen “para cuarto y
baño”. Ramiro le pregunta al empleado de la tienda, si le recomienda esa chapa para su
cuarto, a lo que este responde: “sí acá lo dice cuarto y baño”, por lo que la compra. Al llegar a
su casa, se da cuenta que la chapa funcionaba sin llaves. Por ello regresa a la tienda Nobes y
dice que necesita devolver la chapa. En la tienda le responden que una vez comprado ya no
hay nada que se pueda hacer.
Esa misma tarde se reúne con una persona que le ofreció venderle su computadora Sony Vaio
usada. La computadora ya estaba fallando, pero el vendedor no le comunica esto a Ramiro,
porque él cree que si le dice algo Ramiro, éste no compraría la computadora. Por ello le dice
que la computadora está en perfecto estado, y que además esa computadora vale más del
precio al que se la está ofreciendo (lo que no es cierto). Ramiro siempre había tenido interés
en comprar una computadora Vaio. Ramiro quería una computadora de esas a toda costa, lo
que posiblemente lo hubiera llevado a comprar esa computadora, aún y cuando el vendedor le
hubiera comunicado la verdad. La computadora funcionará un par de semanas antes que
empiece a presentar problemas.
El lunes cuando llega al trabajo, se encuentra a su jefe, al cual Ramiro le tiene mucho respeto
y temor. El jefe está vendiendo unos pantalones, por lo que éste le dice a Ramiro que le
compre uno. Ramiro piensa que si no lo compra su jefe se enojaría y perdería su trabajo. Al
llegar a su casa piensa que no lo debió haber comprado, pero que su jefe lo intimida. Si
hubiera sido otra persona, Ramiro le hubiera dicho que no quería nada.
En la noche a Ramiro lo llama un abogado. Le dice que éste debe pagar una deuda vencida
que tiene con su cliente desde hace ya un mes. El abogado le dice que si no paga al otro día, lo
demandará y que él es tan buen abogado, que después del juicio nunca más tendrá ganas de
deberle a nadie. Ramiro ante esta amenaza paga al otro día.