La delincuencia en las escuelas salvadoreñas afecta negativamente a los estudiantes y a la población en general, creando un ambiente que lleva a muchos estudiantes a convertirse en delincuentes. El documento propone aumentar la presencia policial en las escuelas, endurecer las penas para quienes manipulan a los estudiantes delincuentes, y crear departamentos de psicología en las escuelas para brindar apoyo a los estudiantes.