El poema rinde homenaje a la Guardia Civil en su día patronal, la Virgen del Pilar. Describe cómo los agentes arriesgan sus vidas para proteger a los ciudadanos de criminales violentos, a pesar de carecer de protección legal adecuada y de que el gobierno los utiliza como escudo sin preocuparse realmente por su bienestar. El poema elogia el valor y el deber de la Guardia Civil de mantener la seguridad del país.