El documento habla sobre un nuevo riesgo para los menores en las redes sociales. Explica que los delincuentes contactan a las víctimas a través de páginas de encuentros en línea y luego graban videos o fotos desnudos de ellas para chantajearlas y extorsionarlas pidiendo dinero a cambio de no publicar el material. También trata sobre cómo los delincuentes intentan conocer más sobre la vida privada y redes sociales de sus víctimas para aumentar la amenaza.