El documento resume la historia de la lucha libre en México, incluyendo sus orígenes en la lucha olímpica y su institucionalización en 1933 por Salvador Lutteroth. Describe las primeras máscaras usadas, la inauguración de la arena México en 1933, y la apertura de la primera escuela de lucha libre en México ese mismo año. También menciona el auge del cine de luchadores en las décadas de 1960 y 1970 que presentaba figuras como El Santo y Blue Demon.