El documento habla sobre los efectos negativos de ser chismoso y provocar peleas entre amigos. Aunque a veces es difícil no ser chismoso, la Biblia enseña que debemos controlar nuestra lengua y no usarla para engañar o causar conflictos entre otros. En su lugar, deberíamos esforzarnos cada día por llevar paz y felicidad a los demás con nuestras acciones.