Los dominios de Internet permiten identificar empresas, personas u organizaciones en la web asignándoles nombres únicos. Existen dos tipos de dominios: genéricos como .com y .net que no pertenecen a países específicos, y territoriales como .es y .fr que están asociados a una nación. Cualquier persona puede registrar su propio dominio a través de un proveedor de dominios pagando una cuota anual, lo que les da derechos sobre el nombre durante ese período.