El poema hace una serie de preguntas retóricas que buscan identificar a Dios como aquel que escucha en el silencio, da y recibe amor, enseña sinceridad, cuida de los demás, da esperanza y sentido a la vida. El poema sugiere que Dios está presente en cada persona y momento y es quien libera del sufrimiento acogiéndonos en su casa.