El poema celebra la independencia y la cultura de El Salvador. Describe cómo El Salvador obtuvo su independencia de España en 1821 después de una larga lucha de los pueblos indígenas contra la conquista española. También elogia la bandera salvadoreña, su flor nacional la flor de izote, y expresa el orgullo del autor por pertenecer a El Salvador mientras escucha su himno nacional.