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Recurso Teoría Ética y Moral JK PDF
1. Concepto de Ética
Disciplina que trata de la valoración moral de los actos humanos, además de
conjunto de principios y de normas morales que regulan las actividades
humanas.
Concepto de Moral:
La moral son las reglas o normas por las que se rige la conducta de un ser
humano en concordancia con la sociedad y consigo mismo.
¿Qué es lo moral?
Para adentrarnos en los problemas de la ética, partamos de nuestra
experiencia.
Es un hecho que nos señala nuestra propia experiencia que, en determinadas
circunstancias, expresamos valorizaciones morales.
Los contenidos de nuestros juicios se refieren a categorías opuestas: de bien o
mal.
Así hablamos de actos nobles, heroicos, desinteresados, los que están en la
esfera del concepto de "Bien".
Pero hablamos de actos infames, egoístas los que están en la esfera del
concepto de "Mal".
En el primer caso, hablamos de actos morales positivos; en el segundo, de
actos morales negativos.
En ambos casos, al valorar dichos actos, tenemos conciencia que la valoración
que hacemos no depende de nuestro antojo. Más bien, es el acto mismo que
nos exige determinada valoración.
Así por ejemplo.: a un asesino lo tratamos de inmoral; a una persona que
sacrifica su vida para salvar a otro la tratamos de héroe, pues este sacrificio es
de gran calidad moral.
Ello nos pone en evidencia que nuestra valoración tiene un carácter objetivo, es
decir, que se rige por el objeto que verificamos. En nuestro caso, el asesinato
y, por otro lado, el heroísmo.
Dicha objetividad nos permite formar juicios morales de validez universal.
Ejemplo.: "El asesinato es una inmoralidad".
De lo dicho hasta ahora se desprende que la valoración moral propiamente
dicha la aplicamos sólo a las acciones humanas.
2. "Cuando efectuamos una valoración moral, siempre tenemos en vista seres
humanos, es decir personas. Los valores morales tienen la particularidad de
que sólo pueden referirse a seres personales".
Con respecto a los "juicios de conocimiento" ellos apuntan a afirmar si algo es
verdadero o falso.
En lo referente a las "obras de arte", hablamos de bello o feo.
En ambos casos se trata de objetos y no de sujetos o personas.
Cabe la pregunta: ¿Qué es lo que valoramos en las personas cuando las
valoramos moralmente? Valoramos las acciones. De donde resulta que el
contenido de nuestra valoración moral no es teórico, sino práctico.
El objeto de la valoración moral no es el pensar y el conocer sólo, sino, a la
vez, el querer y el actuar.
Consecuentemente, lo ético se da en la zona práctica y no en la zona teórica
del espíritu humano.
No todas las manifestaciones vitales del hombre están sometidas a valoración
moral. Las funciones vegetativas y animales no admiten ningún juicio moral. El
hombre tiene en común con el animal esas funciones, pero el animal es
incapaz de acciones morales. Sólo los seres racionales son capaces de realizar
actos morales.
Por otro lado, son actos morales sólo los que realizamos conscientes y
voluntariamente, y por ello se inscriben en la Ética. Únicamente las acciones
realizadas a sabiendas y por libre decisión tienen carácter moral.
Sintetizando podemos afirmar: Ética. es la ciencia de los actos conscientes y
libres, cuyo objetivo es la realización de un valor moral.
El término ética, etimológicamente, deriva de la palabra griega "ethos" que
significa costumbre.
El término moral, etimológicamente, proviene de la palabra latina "mores" que
significa costumbres.
Objeto Material y Formal de la Moral.
Aclaración de los términos:
El objeto material de una ciencia es el fenómeno que dicha ciencia estudia.
El objeto formal es el enfoque específico, desde el cual el fenómeno es
estudiado.
3. Por ejemplo.: El hombre es el objeto material tanto de la anatomía como de la
fisiología.
Pero, el objeto formal de la Anatomía es la estructura del organismo humano,
mientras que el objeto formal de la Fisiología es el funcionamiento del
organismo humano.
Pues, el objeto material de la moral son las costumbres y la conducta humanas.
El objeto formal de la moral es el conjunto de leyes que deben informar y
orientar la actividad humana.
Características de la moral:
a) La moral es normativa, porque establece las normas que determinan lo que
es el Bien y lo que es el Mal.
b) La moral formula los principios generales, porque según sus principios
clasifica y juzga todos los hechos particulares que son propios de su campo.
c) El fundamento de la moral es la razón, ya que los diferentes sistemas
morales pueden establecer distintos principios, como su fundamento. Pero en
el fondo de todos ellos se encuentra la razón que busca configurar y legitimar el
respectivo sistema.
El concepto de ética y el de moral están sujetos a diferentes usos dependiendo
de cada autor, época o corriente filosófica. Por este motivo es necesario
identificar las características de ambos términos para poder establecer las
distinciones y semejanzas pertinentes.
La moral hace referencia a todas aquellas normas de conducta que son
impuestas por la sociedad, se transmiten de generación en generación,
evolucionan a lo largo del tiempo y poseen fuertes diferencias con respecto a
las normas de otra sociedad y de otra época histórica. El fin último que
persiguen estas reglas morales es orientar la conducta de los integrantes de
esa sociedad.
Por su parte, la ética es el hecho real que se da en la mentalidad de algunas
personas, es un conjunto de normas, principio y razones que un sujeto ha
realizado y establecido como una línea directriz de su propia conducta.
En ambos casos se tratan de normas, de percepciones, y de "deber ser". Sin
embargo, moral y ética presentan ciertas diferencias:
Moral Ética
Nace en el seno de una Surge en la interioridad de una persona, como
sociedad y por tanto, ejerce resultado de su propia reflexión y su propia
una influencia muy poderosa elección. Pueden coincidir o no con la moral
en la conducta de cada uno de recibida.
4. sus integrantes
Actúa en la conducta desde el
Influye en la conducta de una persona de
exterior o desde el
forma consciente y voluntaria.
inconsciente
Destaca la presión del valor captado y
apreciado internamente como tal. El
Ejerce presión externa y
fundamento de la norma ética es el valor, no
destaca su aspecto coercitivo,
el valor impuesto desde el exterior, sino el
impositivo y punitivo
descubierto internamente en la reflexión de un
sujeto
Por tanto, podemos afirmar que existen tres niveles de diferenciación:
1. El primer nivel reside en la Moral, es decir, en las normas de origen externo
que condicionan la mentalidad del individuo.
2. El segundo nivel en la ética conceptual, entendida como el conjunto de
normas de origen interno, personal y autónomo.
3. El tercer nivel es la Ética axiológica como conjunto de normas originadas en
una persona dada una reflexión previa sobre ciertos valores.
Mientras que la Ética se apoya en la razón y depende de la filosofía; la Moral
se apoya en las costumbres y la conforman un conjunto de elementos
normativos, que la sociedad acepta como válidos.
Objeto e importancia de la ética
La cuestión que se plantea ahora es la de saber con mayor precisión cuál es el
objeto, tanto material como formal, de la ética y, al mismo tiempo, la
importancia que tiene tanto en el orden especulativo como en el orden práctico.
Antes de definir el objeto material y el objeto formal de la ética debemos
señalar que muchas de las acciones que realizamos se producen sin la
representación consciente por nuestra parte y sin intervención de nuestra
libertad. Son acciones, por así decir, que radican en el hombre sin
pertenecerle: "actos del hombre" pero no "actos humanos".
En efecto, hay una gran diferencia entre los "actos del hombre" y los "actos
humanos". Los primeros son actos hechos por el hombre, voluntarios o no. Los
segundos son actos propios del hombre y que, por tanto, provienen de su
voluntad libre. Los actos que el hombre realiza inconscientemente no
comprometen su libertad. Si por ejemplo, uno de estos actos perjudica a
alguien, puedo sentir tristeza, pero no me puedo arrepentir ni sentir
remordimiento.
Sin duda no parece que procedan de mi yo más real y más auténtico; yo no soy
responsable de ellos. En todo caso, estos actos, considerados en sí mismo, no
son morales.
5. Algo muy distinto sucede cuando, por ejemplo, yo decido materializar, libre y
conscientemente, una acción determinada. En este sentido se trata de un acto
estrictamente humano, puesto que intervienen la voluntad y la libertad. De ahí
que el acto moral implique una referencia a la fuente de donde emana, a saber,
la voluntad libre. En otros términos, obrar humanamente es obrar libremente;
pero obrar libremente es obrar con miras a un fin.
De lo dicho anteriormente se infiere que el objeto material de la Ética son los
actos humanos, los hábitos o costumbres, el carácter de la persona. La vida,
decía Ortega y Gasset, es un que hacer, una tarea. El hombre va haciendo su
modo de ser y cuanto mayor sea el número de actos, tanto mayor la
determinación del ser humano: "puede decirse que el ir viviendo o existiendo
consiste en ir haciendo cosas, no sólo materiales sino inmateriales, y al ir
haciendo las unas y las otras, ir haciéndose cada cual a sí mismo; y lo que
cada cual va haciéndose es lo que va siendo" (Aranguren, Op. cit., pág. 395)
Lo expresado confirma que el objeto material de la ética es, en última instancia,
no la vida, sino el carácter adquirir en ella. A lo largo de la vida conquistamos
un carácter, un "haber" por apropiación, y éste es el que importa éticamente.
El carácter, éticamente considerado, es la personalidad moral: lo que al hombre
le va quedando de suyo a medida que la vida pasa: hábitos, costumbres,
virtudes, vicios, modo de ser. La tarea moral consiste en llegar a ser lo que se
puede ser con lo que se es. Porque, como dice Zubiri:
"Somos, a la vez, "agentes, autores y actores de nuestros actos. Agentes, en
cuanto que emergen de nuestra naturaleza; autores, en cuanto que con libres,
dependen, no se aquella, sino de nuestra volición; actores, en cuanto que
definirnos nuestra propia figura aun en aquello -naturaleza- de que no somos
dueños". (Citado por José Luis Aranguren, Op.cit., pág. 396)
El ethos, carácter o personalidad moral, va siendo definido a través de cada
uno de los actos humanos. Con cada nueva posibilidad que nos apropiamos,
con cada actualización de un vicio o una virtud, describimos, corregimos o
subrayamos los rasgos de nuestro carácter.
Como se puede observar, hay, pues, un círculo entre estos tres conceptos, lo
ético de ser, hábitos y actos, puesto que el primero sustenta los segundos y
éstos son los principios intrínsecos de los actos, pero, recíprocamente, los
hábitos se engendran por repetición de actos y el modo ético de ser se
adquiere por hábito. Estudiemos, pues, a continuación, y en general, los actos,
los hábitos y el carácter, considerados como objeto material de la ética.
Empezando por los actos, lo primero que debemos preguntar en cuáles, entre
los actos que el hombre puede ejecutar, importan a la ética. La Escolástica
establece dos divisiones. Distingue, por una parte, los "actus humanis", es
decir, actos del hombre y en cuanto tal hombre. Sólo éstos constituyen
propiamente objeto de la ética, porque sólo éstos son perfectamente libres y
voluntarios.
6. La ética escolástica también admite los hábitos como objeto material de la
ética, en cuanto que los considera como "principio intrínseco de los actos". En
realidad, la personalidad moral se define a través de cada uno de los actos y de
los hábitos, por los cual éstos no pueden ser relegados a un segundo término
al hablar del objeto de la ética. La vida como totalidad nos remite a los actos
que la resumen el "instante, la repetición"-, y al "carácter" en que queda
impresa. Al hablar de la vida en su totalidad no debe olvidarse que ésta no es
solo duración, sino también futurición y emplazamiento:
"En el tiempo como futurición proyectamos el destino moral que vamos a forjar.
En el tiempo como emplazamiento y "mientras llega la muerte", estamos a
tiempo de rehacer este destino moral... El hombre proyecta y se propone, se
esfuerza y se afana en el tiempo; dispone un tiempo limitado para hacerse así
mismo, para realizar su cualidad ética".(José Luis Aranguren Op.cit.Págs.195-
196).
La perfección ética ha de hacerse en el tiempo y con el tiempo.
Nuestros proyectos se forjan en el tiempo, la perfección es cualitativamente
diferente a lo largo de los años, la experiencia de la vida es la experiencia del
tiempo vivido.
El objeto formal de la ética está constituido por el aspecto moral de los actos
humanos. Todas las actividades realizadas libre y voluntariamente son buenas
o malas, justas o injustas. Por eso, cuando un acto implica degradación de la
propia dignidad enseguida lo catalogan como inmoral; pero en lugar de
degradarla la engrandecen, entones lo calificamos de positivo. De ahí que la
misión principal de la ética consista en juzgar el aspecto moral de nuestros
actos, es decir, valorar si las actividades que cada persona realiza son o no son
compatibles con su propia dignidad.
Campo de la ética:
La experiencia ética en el campo de la profesión se relaciona,
fundamentalmente, con tres ideas: la idea del deber, la idea del bien y la idea
del sentido. Desarrollar una profesión es, de entrada, adquirir unos deberes y
llevarlos a cabo mediante la intervención en un determinado ámbito de la
sociedad. En segundo lugar, es intentar hacer un bien a un destinatario y,
asimismo, a un conjunto social y, en tercer lugar, es construir prácticamente un
sentido con la propia actividad, con la propia vida. Trabajamos por algún
motivo, para conseguir un determinado objetivo, aunque no todos coincidamos
en la razón o el motivo de nuestro trabajo. A veces, la profesión tiene un
sentido intrínseco, es decir, por sí misma tiene valor. En otras ocasiones, la
profesión tiene un sentido extrínseco, es decir, se le atribuye valor porque
gracias a ella uno alcanza determinados objetivos ajenos a la profesión, pero
que no podría alcanzar sin ella. La experiencia de la profesión, al igual que la
experiencia ética, se relaciona en todo caso con estos tres conceptos: el deber,
el bien y el sentido. Ser profesional, sea del sector que sea, significa asumir
unos determinados deberes. La experiencia ética se refiere directamente a la
experiencia del deber.