Un hombre contrató a un carpintero para reparar su casa en el campo. El carpintero tuvo varios contratiempos en el trabajo que lo pusieron de mal humor. Al final del día, cuando su camión no arrancó, el dueño lo llevó a su casa y conoció a su familia, lo que mejoró el estado de ánimo del carpintero. El carpintero explicó que cuelga sus problemas laborales en un "árbol de los problemas" cada noche para no llevarlos a casa, y que así mantiene la felicidad con su familia.