La tecnología puede mejorar la educación al acercar a los estudiantes al mundo, fomentar la confianza entre estudiantes y maestros, permitir que los maestros se comuniquen con más niños al mismo tiempo, hacer que los estudiantes trabajen más felices al facilitarles las tareas, y ayudar a los maestros a transmitir conocimientos a otros, convirtiéndolos en verdaderos amigos de los estudiantes.