María Magdalena visitó la tumba de Jesús en la mañana del primer día de la semana y descubrió que la piedra había sido removida y el cuerpo ya no estaba. Ella le contó a Simón Pedro y al otro discípulo que alguien se había llevado el cuerpo de Jesús y no sabían dónde lo habían puesto. Jesús rompió las cadenas opresivas del pecado y la muerte a través de su muerte y resurrección, revelando el amor misericordioso del Padre. La Semana Santa es una semana, no un solo